In space we truss

Descripción

LUZ, REFLEJOS Y ALGO DE MAGIA
Ponla cerca de una ventana y disfruta del espectáculo. Tanto la luz natural como la artificial generan un efecto resplandeciente, como si la consola tuviera vida propia en cada ángulo. Su transparencia engaña al ojo y hace que cualquier espacio parezca más amplio y luminoso. ¿Truco de magia? No, solo el resultado de una ingeniería visual que roza la magia.

TAMAÑO, POR SI TE IMPORTA
Altura: 45 cm. Ancho: 120 cm. Profundidad: 35 cm. Lo bastante grande para llamar la atención, pero lo suficientemente compacto para no robarte todo el espacio. Viene con un cristal ovalado de bordes pulidos, porque los accidentes domésticos no son parte del diseño.

NO SE HACE EN SERIE, NI DE BROMA
Aquí no hay producción en masa ni copias aburridas. Cada «IN SPACE WE TRUSS» está numerada y firmada con pirografía en el material (sí, fuego y precisión, como un ritual moderno) y cuenta con su certificado de autenticidad. Si querías algo exclusivo, lo encontraste.

MATERIAL & FABRICACIÓN (O POR QUÉ VALE LA PENA)
Hecha a mano con energía solar y PMMA 100% reciclable. Porque ser sostenible no significa renunciar al diseño espectacular. Y como todo lo hecho a mano, tiene su propio carácter: pequeñas marcas y ligeras variaciones en la curvatura que no son errores, sino huellas de su proceso artesanal. Nada de producción robótica aquí.

CÓMO CUIDAR TU PRECIADA OBRA DE ARTES
No hace falta un doctorado en conservación de arte, solo un paño suave y un poco de agua con jabón. Nada de productos agresivos ni esponjas abrasivas, por favor. Si la usas en exteriores, protégela del exceso de intemperie. Y sí, su color puede cambiar un poco según la luz, porque lo estático es aburrido.

Disponible en violeta, azul, verde, amarillo, rosa y transparente. Porque la vida necesita más color y menos muebles sin personalidad.

Hazle un hueco en tu vida. No te arrepentirás.

ÉTICA Y CRISIS ECOLÓGICA EN LA ERA DEL ANTROPOCENO: O CÓMO HACER ALGO ÚTIL CON EL DESASTRE

Sí, hay demasiados humanos y demasiados plásticos. No es novedad. Pero negar su existencia no hará que desaparezcan. Nuestras piezas de rPMMA/PMMA aceptan esta realidad sin dramas ni discursos vacíos. Si el plástico nos ha invadido, mejor que al menos se vea bien.

Aquí no hablamos de ecología naive ni de mundos ideales donde todo es biodegradable y perfecto. Esto es la ecología oscura: aceptar que la humanidad ha moldeado el planeta de formas irreversibles y que ahora nos toca lidiar con ello sin edulcorantes. El plástico ya está aquí, y en lugar de fingir que no, lo convertimos en algo con peso cultural, artístico y funcional.

Porque cuando no se recicla, el plástico se convierte en un residuo eterno, un fósil de nuestra era antes de que siquiera nos extingamos. La economía circular no es una tendencia, es una forma de navegar este nuevo paisaje, uno donde lo artificial y lo natural ya no pueden separarse. No podemos borrar lo que hemos hecho, pero sí decidir qué hacemos con ello.