Palera de mis ojos

Descripción

LUZ, REFLEJOS Y ALGO DE MAGIA

Aquí no hay trampa ni cartón: es tan transparente como tu mejor amiga/o después de dos copas. Su acabado marrón ahumado glossy atrapa la luz y la descompone en reflejos líquidos. De día parece que lleva un filtro de Instagram y, de noche, con luz artificial, crea un juego de sombras y brillos que cambia según desde dónde lo mires.

TAMAÑO, POR SI TE IMPORTA
Porque sabemos que te gusta medir las cosas antes de enamorarte: 120 cm x 35 cm de pura actitud y 45 cm de altura. No es enorme, pero impone. El vidrio ovalado de 120 cm x 35 cm se sujeta con ventosas visibles, sin ocultar nada. Aquí todo se muestra con honestidad, porque si algo es hermoso, no necesita esconderse.

NO SE HACE EN SERIE, NI DE BROMA

Si crees que algo tan sexy se hace en cadena, piénsalo otra vez. Cada pieza es única, numerada y firmada a fuego (literalmente, con pirograbado) y viene con su certificado de autenticidad. No hacemos copias en masa, porque la exclusividad es parte del encanto.

MATERIAL & FABRICACIÓN (O POR QUÉ VALE LA PENA)

Fabricada a mano, con energía solar (porque la belleza no tiene por qué ser contaminante) y hecha de PMMA 100% reciclable. El tono marrón ahumado cambia con la luz: a veces es cálido como un reflejo en ámbar, otras parece casi invisible, flotando en el espacio. Y como todo lo que tiene alma, puede mostrar ligeras marcas del proceso. No son defectos, son la prueba de que no salió de una fábrica aburrida.

CÓMO CUIDAR TU PRECIADA OBRA DE ARTES

No necesita grandes cuidados, pero si quieres que siga viéndose increíble:

• Límpiala con un paño suave, sin químicos agresivos (nada que huela a producto de limpieza de abuela).
• El color puede cambiar ligeramente según la luz. No es brujería, es ciencia.

Y sí, es apta para exteriores, porque lo sexy no tiene por qué quedarse encerrado.

ÉTICA Y CRISIS ECOLÓGICA EN LA ERA DEL ANTROPOCENO: O CÓMO HACER ALGO ÚTIL CON EL DESASTRE

Sí, hay demasiados humanos y demasiados plásticos. No es novedad. Pero negar su existencia no hará que desaparezcan. Nuestras piezas de rPMMA/PMMA aceptan esta realidad sin dramas ni discursos vacíos. Si el plástico nos ha invadido, mejor que al menos se vea bien.

Aquí no hablamos de ecología naive ni de mundos ideales donde todo es biodegradable y perfecto. Esto es la ecología oscura: aceptar que la humanidad ha moldeado el planeta de formas irreversibles y que ahora nos toca lidiar con ello sin edulcorantes. El plástico ya está aquí, y en lugar de fingir que no, lo convertimos en algo con peso cultural, artístico y funcional.

Porque cuando no se recicla, el plástico se convierte en un residuo eterno, un fósil de nuestra era antes de que siquiera nos extingamos. La economía circular no es una tendencia, es una forma de navegar este nuevo paisaje, uno donde lo artificial y lo natural ya no pueden separarse. No podemos borrar lo que hemos hecho, pero sí decidir qué hacemos con ello.